21 enero 2008

Jean Jacques Perrey: Moog Indigo.

-¿Qué son esos ruidos?

Es genial encontrarse de vez en cuando con música incomprensible y discos sin sentido para alguien sin el humor suficiente. Como "Moog Indigo" (1970), creado por el desquiciado Jean Jacques Perrey. Este francés lunático tenía casi cuarenta años en los 60's y se puso a experimentar con frenesí con sonidos electrónicos y el resultado fue ese disco, tremendamente divertido y oscuro.


Con Esquivel como referencia inmediata, la de Perrey es una música de coctel con mucho sabor, elegancia y humor. Gracias a que la música de Perrey era hecha casi enteramente con la tecnología, se pretendía futurista (con mentalidad sesentera). Era, literalmente, música electrónica con mucha melodía, ideal para una fiesta de martinis. Jean Jacques Perrey es como la banda sonora de las ilustraciones lounge de Josh 'Shag' Agle. "Moog Indigo" fue su intento de llevar más allá todos sus anteriores experimentos con su colega en la electrónica Gershon Kingsley. Por eso en treinta minutos de duración, el long play recorre con sonidos de moog, zumbidos, voces procesadas, efectos de cinta magnética y teclados un camino musical que media entre el R&B, las bandas sonoras 007 de John Barry, cocktail jazz y pop.


Excepcional es la versión a The Flight Of The Bumble Bee a base de zumbidos y con percusiones exóticas o Gossipo Perpetuo, la única del LP que incluye voces. E.V.A. es un experimento sonoro cautivador que Fatboy Slim revisitó hace unos años y uno de los samples más utilizados en la historia del rap según ciertos sitios en la red (no me consta). Soul City podría fácilmente definir el término modernista. The Cat In The Night inicia como si se tratara de una banda sonora de Gerald Fried para las primeras cintas de Kubrick y se transforma en un misterioso ritmo sincopado con moogs maullantes y un bajo que parece acompañar a Sean Connery trepando las paredes de un casino iluminado a la mitad de la noche.


La pieza que da nombre al disco evoca las cintas de espías con un retorcido jazz. Hay una polka espacial divertidísima llamada Country Rock Polka pero también una exquisita balada con órganos y campanitas para bailar con una femme fatale elegante mientras se esquivan dardos envenenados. Hay una versión muy simpática de Hello Dolly! aunque no tanto como 18th Century Puppet que es casi un pop descarado. Passport To The Future es la canción perfecta para cerrar el disco, uno casi puede imaginar una secuencia de créditos de película de espías.


Y, por supuesto, el álbum incluye The Elephant Never Forgets, es la canción más conocida, aunque de modo involuntario: Se trata del mismísimo tema del Chavo del Ocho que, sí, de aquí salió. Es decir, todos hemos escuchado (y disfrutado) a Jean Jacques Perrey por las tardes en el Canalcinco. Jean Jacques Perrey se perdió en el tiempo hasta hace muy poco, aunque su influencia parece estar en todos lados.


En los últimos años colaboró con Air (en Cosmic Bird), grabó un disco con nueva tecnología (Ecklectronics) y seguirá vivo mientras Televisa siga transmitiendo la serie de Roberto Gómez Bolaños. Moog Indigo. Groovy!

13 enero 2008

Function At The Junction.


Function At The Junction (2002) es un espectacular cortometraje de Justin McArdle - quien fue productor del documental The Way Of The Crowd (2004). Así que este sujeto sabe una cosa o dos de la escena Northern Soul, y se nota en 14 minutos de pura buena música, hedonismo y baile. Sobran las palabras.

Extraído de YouTube, aquí presento Fuction At The Junction. No es la mejor calidad de vídeo, pero para los que no hemos podido conseguir el DVD que editó V2, no hay otra manera. De cualquier modo se disfruta bastante bien.

01 enero 2008

The Zombies: Odessey and Oracle.

Termina el año. Comienza uno nuevo. Todo es cosa de contadores, de números, pero es inevitable, a veces, lidiar con el recuento de los últimos doce meses, que al final, sólo es medición del tiempo, cualquier cosa que eso signifique. Tiempo que, sobra decir, ya pasó, que no volverá. Que nos gastamos sin derecho a reclamaciones ni devoluciones ¿Ý cómo los hemos vivido?

El inicio de año también es tiempo de propósitos y todo eso. Yo rara vez los hago porque al parecer estar hechos para no cumplirse, pero ahora estoy decidido a que este sea un buen año. El pasado nos maltrató, hubo mucho lloriqueo innecesario y todo pareció quedar atascado. Así que, con la moda que he tomado de elegir un himno al día, para iniciar el año escogí This Will Be Our Year de los Zombies. Cursi. Qué más da.

Eso me hizo regresar por, tal vez un par de días, a "Odessey and Oracle" (1967), su indudable obra maestra. Qué gusto es escucharlo. Treina-y-cinco minutos de pura música infalible.

Ácido lisérgico en tazas de té, evocaciones bucólicas, Rolls Royce pintados de flores, armonías vocales inspiradas, pianos lunáticos, ropa colorida, melotrones, campos de fresas y lujuria por la vida. Los Zombies en 1967 eran tan grandes como los realmente grandes. Su final llegó ese año y su canto de cisne fue "Odessey and Oracle". Cuando fue lanzado, no fue tan sonado como el "Sgt. Pepper" pero vaya que el tiempo le ha hecho justicia. Para los recopiladores de fgreatest hits, el disco oncluye Time Of The Season, un tema clásico e imprescindible. Y, claro, mi himno, This Will Be Our Year. ¿Quién no se conmueve ante tales canciones? ¿Tú no? ¡Mientes!

Pero también están A Rose For Emily, que rompe corazones; Changes, lenta y casi religiosa; I Want Her She Wants Me, casi poppy y alegre; Beechwood Park, genial; Friends Of Mine, que tiene un ritmazo y unas armonías increíbles; Brief Candles, barroca, un coro inolvidable; Care Of Cell 44, con la que abre el disco, claustrofobia melódica muy del estilo del genial Rod Argent; Maybe After He's Gone, que bien podría ser otro himno personal (¿por qué siempre elijo canciones de nostalgia?); Butcher's Tale (Western Front 1914), un voladísimo viaje con melotrones y voces con eco ("Please let me go home") y Hung Up On A Dream, balada intensa con cuerdas que Michael Brown envidiaría. Aunque es un disco de verano, es mi disco de fin de año y de inicio de uno nuevo. Porque este será nuestro año. En realidad no sé si será así. Ya había dicho esto el año pasado y no se salió de lo normal. Como sea, un poco de optimismo y de tontería no harán mal.

Por lo pronto, This Will Be Our Year y nos veremos en el futuro. Nuestro año 7 fue muy distinto al año 7 de los 60, pero a ver qué nos depara el 8. La música importa y es lo que nos gusta, por eso estamos acá. ¡Feliz año a todos!