11 marzo 2008

Los Peyotes: Cavernícola.

Si es malo, mejor. Como ya lo dijeron ellos mismos, Los Peyotes, argentinos (¿peruanos?) neardertales fuzzy, hay qué "buscarle el lado B al rock". Estos Peyotes son cinco simios, bien ataviados, que hacen un rock de las cavernas que haría que los jodidos Picapiedras salieran corriendo despavoridos (con excepción de Bam Bam, que se les uniría). Su música, como el buen garage, es de berridos memorables, de porrazos salvajes a la guitarra y de tocar el Farfisa con las patas. Y, por supuesto, el sonido resultante es sensacional.

En una época de ProTools y videoclips totalmente maquillados, Los Peyotes son una deliciosa disonancia: tanto como una grasosa hamburguesa con toneladas de tocino tras un largo régimen de brócoli y agua. Tocar su música en una reunión es una táctica infalible para deshacerse de los indeseables (aquellos que no entienden nada de nada) y quedarse en compañía de los que realmente quieren fiestear. Porque Los Peyotes son una provocación. Y están mal de la cabeza. Muy mal. Anclados en "lo mismo de siempre", lo de estos simios es el 4x4 macizo y machacón. No se necesita mucho más. ¿Para qué? Dejemos que todos aquellos músicos de verdad se rompan la cabeza quebrando estructuras y volviéndolas a armar, total que la diversión está acá y la vida se nos acaba. ¿Qué más da si de cualquier modo "todos dicen que somos unos caretas"?

Tras más de diez años de invadir escenarios, aparecer en recopilaciones y, definitivamente, de horrorizar a más de un poperito indie o finolis auditivo, aparece Cavernícola (2005), un LP que no sólo se ve bien en el estante, sino que suena mejor en el estéreo. Debe escucharse a todo volúmen, para educar a los vecinos (o hacerlos correr). Sirve para bailar y sirve para gritar. Hay aquí y allá un poco de los Standells, de los Animals, de los Shakers y hasta del shock rock de The Crazy World Of Arthur Brown (Marilyn Manson, hazte a un lado) de cuyo éxito "Fire" estos simios hacen una increíble versión en castellano ("Yo soy el dios del fuego y les traigo... ¡fuego!"). Qué barbajanería.

De algún modo, Los Peyotes se salen con la suya: ellos no quieren ser grandes, sino todo lo contrario. Temas como "El humo te hace mal", "I Caveman And You?", "Te Pegaré" o "Mocker" son desafiantes, pero irresistibles. Nunca saldrán del underground, pero eso les sienta mejor. Las chicas nunca suspirarán por ellos. Pero, camaradas, I Don't Mind! Rocanrol cojonudo y sin complejos. Qué bueno es contar con ellos justo cuando Genesis vuelve a ponerse de moda.

Alucinante.

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