09 agosto 2008

Going Underground, León.

Los desquiciados de Lookin' Back tiraron la casa por la ventana el pasado sábado 2 de agosto y todos estuvimos invitados. No hay mejor manera de comenzar el mes ocho del año ocho que con música, música, música. El cuasi-legendario Bar La Caguama fue el lugar indicado para horas y horas de sonidos clásicos, siempre modernos, y para encontrarse con todos esos búhos que viven de noche y odian el sol.

Algo está pasando en la agitada y siempre extraña ciudad de León... Going Underground resultó una fiesta más que buena, de esas que no suceden todos los fines de semana. De esas que dan gusto.

Todo comenzó temprano, aunque no tanto como el cartel lo anunciaba. Este sigue siendo un problema de organización grande, ya que todo siempre se demora - aunque el público tiene mucho qué ver con esta impuntualidad. Con todo, la cerveza y la música comenzaron desde que se abrieron las puertas y eso se agradeció muchísimo.

The Groovie Merchant
(sic) fue el encargado de los sonidos vibrantes de la noche. Presumió de buen modo su gran colección de discos con una selección impecable, funky y frenética.

Los primeros en saltar a escena fueron The Stockyard y, como siempre sucede, comenzaron los gritos de las chicas. Su Sixties Revival es bastante efectivo y a base de buenas versiones de The Kinks, The Who y hasta de Oasis (¿!) dejaron el ambiente listo para mucha más fiesta. Tienen una muy buena pinta y mucha juventud, así que seguramente escucharemos mucho más de ellos.

Caribe Kingston fue la banda que siguió y lo hicieron bien, aunque siguen siendo poco consistentes. Su reggae/ska de raíces suena bastante sucio y sirve para bailar cuando se tienen unas cervezas encima, pero esta vez no funcionó tan bien - además de que su imagen no ayuda mucho. Con todo, una banda que, con algo de trabajo, cumplirá lo que promete.

Esa noche fue el debut de Los Psychodeliciosos, que ojalá siguieran juntos al regreso de Howard, su vocalista que se ha auto-exiliado. Con sonidos lisérgicos y berridos en ñ, estos melenudos nos hicieron cantar con su versión de Están cambiando los colores de la vida de Los Chijuas. Poca precisión, pero mucha energía, como dijeron por allí.

Pero si creíamos que los sonidos psicodélicos iban a terminar, siguieron con Juan de las Negras, experimentalistas a ultranza que dejaron desconcertado a más de uno.

Siguieron Los Padrinos! que, aunque no fue su mejor gig, tocaron las canciones acostumbradas: algunas versiones (a Bo Diddley, a The Who y un extrañísimo medley llamado Surfin' Demolition Bird... ¡qué cosa!) y temas de su EP El hombre globo lo sabrá. Su presentación fue bastante caótica y llena de energía. Talkin' about my g-g-generation!

Y cerraron los Standards, la banda más añeja de todas, y fue inevitable pararse a brincar. La cerveza ya había corrido con ganas y el lugar, que contra todo pronóstico se llenó, se convirtió en el manicomio prometido. Con cada presentación la energía creció, así que a la sexta banda el guateque ya era de grandes proporciones. Buenísimas versiones de blue beat esmeralda, sonido realmente vintage, estos sujetos saben lo que hacen. Y todos querían más, más, más.

La fiesta continuó, obviamente, con más discos y chasquidos de dedos y conversaciones a-mil-por-hora, hasta que nos corrieron del bar. Terminamos molidos, pero contentos, esperando que sea la primera de muchas fiestas Going Underground. Que así sea.

1 comentario:

Catriela Soleri dijo...

Hey!
Excelente blog, que bueno que sigan actualizando.