10 diciembre 2007

Ray Charles: Hallelujah, I Love Her So.

"The blues are old, but they are not tired..."


Hace poco me encontré con las reediciones de Atlantic Records en CD a algunos de sus discos clásicos de los 50 y 60. John Coltrane, Ornette Coleman y, por supuesto, Ray Charles. Motivado, adquirí algunos (estaban a muy buen precio). ¡Aleluya! Qué bueno que lo hice.

De Ray Charles siempre se dirá mucho y nunca se dirá lo suficiente. Es un ícono. Es una leyenda ya de por sí. Quien no conozca a Ray Charles que arroje la primera piedra.

Supongo que era un gran tipo. Sólo un gran tipo bromea sobre sí mismo como hizo él en The Blues Brothers, película imperdible de John Landis (1980). Y sólo un gran tipo puede hacer música tan grande.

El punto es que mi disco favorito para tristear un poco en los últimos días es "Hallelujah I Love Her So!" Un álbum fabuloso que fue lanzado originalmente en 1962 como una recopilación de algunas de las mejores grabaciones de Ray para Atlantic, antes de que el genio firmase contrato con ABC-Paramount, donde reinventaría el country muy a su manera.

"Hallelujah..." por tanto, repasa algunas (no todas) de las grabaciones más representativas de Ray desde 1952: clásicos como la seminal I Got A Woman, la genial Greenbacks (con ese piano asesino), la muy versionada canción del título y la impresionante Ain't That Love. Pero lo que realmente quiero escuchar de este disco son esos temas lentos y adoloridos. Son lo que necesito. Ese sonido de piano triste, esas letras con aliento a licor y cigarrillos baratos. Es en esas canciones donde Ray realmente canta como un hombre, como un artista, como un genio. ¿Que no había encontrado realmente su voz, como dicen los que critican estas grabaciones? Pues entonces la búsqueda fue fascinante, a juzgar por los resultados de su experimentación. Y como dicen las notas del folletín: Ray puede poner su dedo en la parte soul del blues.

Los títulos de los temas hablan por mi: Drown In My Own Tears, Sinner's Prayer, Come Back Baby, Funny (But I Still Love You) (todo un himno), This Little Girl Of Mine, Don't You Know... Y a eso suena el disco: a licks de blues en el piano, la voz intensa de Ray, una excelente banda de acompañamiento. El día en que yo entre a un bar y haya una banda tocando así, entonces lo habré visto todo y podré retirarme a la montaña y no volver nunca a la civilización.

Lord, have mercy of me...

No hay comentarios: